Visitamos esta ciudad en enero de este año. Si le dedico este post no es porque haya convertido este sitio en promotor de turismo sino que me ha llamado la atención las distintas miradas que uno puede encontrar y depositar en los diversos espacios.
Las fotos que he seleccionado intentan dar cuenta de lo que señalo.
Uno se reencuentra con todo el lujo colonial barroco cuando visita ciertas edificaciones (iglesias en general) al mismo tiempo que convive con lugares en donde reina la capoeira (combinación de danza, arte marcial y ritual) o que descubre paisajes en los que puede sentirse a gusto para descansar, meditar, contemplar… Y también puede hallar las huellas de quienes son considerados personalidades representativas de la ciudad, como es el caso de Jorge Amado (a cuya casa corresponde la última imagen).
No es que no conociera yo alguna parte de Brasil. Sólo es que me cautivó encontrar reunida en una ciudad esa variedad de miradas y puntos de mira que de algún modo desafían nuestras concepciones culturales en tanto nos piden reconocer en ese lugar una combinación peculiar. Faltan aquí muchas cosas: un faro en el que hay una historia de la navegación, por ejemplo; las imágenes de las típicas bahianas… Más adelante tendré oportunidad de volver por aquí.
mmm