Premios Nobel 1951-1960 En este espacio, los datos acerca de Juan Ramón Jiménez y algunos de sus textos (el enlace corresponde a una sección en este mismo sitio). Consta también lo que la Academia señaló como argumento para otorgar la premiación.
«por su poesía lírica, que en idioma español constituye un ejemplo de elevado espíritu y pureza artística».
Cuando se buscan datos acerca de aquel año en relación con el Premio y el discurso de aceptación del Nobel lo que se halla son las palabras de reconocimiento de Hjalmar Gullberg (poeta, dramaturgo y traductor) hacia el escritor así como el discurso que el poeta (enfermo y residiendo en Puerto Rico) dispuso que fuese leído por Jaime Benítez (Rector de la Universidad de Puerto Rico).
En cuanto a la disertación de Hjalmar Gullberg destacan varias cuestiones:
- Honrar a Juan Ramón Jiménez es homenajear a través de él a toda la literatura española.
Para una generación de poetas en ambos lados del océano que separa, y al mismo tiempo, une los países hispánicos, él ha sido un maestro, el maestro, para todos los efectos. Cuando la Academia Sueca le rinde homenaje a Juan Ramón Jiménez, el rinde homenaje también a toda una época de la gloriosa literatura española».
- La obra del escritor está vinculada con otras artes (algo propio de la generación en la que se formó), pero en especial con la música y la pintura. En relación con esta última, destaca que la poesía del autor atraviesa diferentes períodos: el primero, vinculado con el verde; el segundo, con el blanco; el tercero, desde 1936, desde su exilio y en forma coetánea con su exilio.
De la misma forma que hablamos de los periodos azul y rosa de Picasso, que nació en el mismo año, los historiadores de la literatura han llamado la atención al predominio de diferentes colores en la obra de Juan Ramón Jiménez. Al primer periodo pertenecen todos los poemas en amarillo y verde—el famoso poema verde de García Lorca tiene su origen aquí. Más tarde, predomina el blanco, y la desnudez del blanco caracteriza la época brillante, decisiva, que incluye lo que se ha dado en llamar el segundo estilo poético de Juan Ramón. (…) Un ascetismo formal llevado a la perfección, que rechaza todo adorno exterior del verso, será el camino que lleve a la simplicidad que es la forma suprema del arte, la poesía que el poeta llama desnuda.
- Lo que se encuentra en la poesía de J. R. Jiménez no está a plena luz sino que se descubre en la intimidad, en una sensibilidad que atraviesa lo cotidiano con profundidad.
Cuando, poco a poco pero con paso firme, se había librado de los gentiles, cautivadores brazos del simbolismo francés, los rasgos característicos de música e intimidad habrían de quedarse por siempre impresos en él.
Por lo que corresponde a Jaime Benítez, más allá de leer las breves palabras de agradecimiento a la Academia y reconocimiento a la inspiración que ha sido Zenobia (su esposa) que Jiménez había entregado para la ocasión del banquete, destina momentos en particular para rescatar aspectos del poeta:
- Lo señala como «poeta de poetas»
«Juan Ramón ha sido llamado poeta de los poetas, pero el laico puede acercarse a él si quiere primero pasar de la pura belleza visual de su paisaje, de la encantadora Andalucía, de sus pájaros, de sus flores , Granadas y naranjas. Una vez dentro de su mundo, al leer y releer tranquilamente, uno despierta gradualmente a una nueva «visión viva» en él, refrescado por la profundidad y la riqueza de una rara imaginación poética…»
- Resalta el valor que en su escritura adquiere la PALABRA.
...nuevas etapas hacia la ansiada identificación del “yo” con el mundo; poesía y pensamiento tiene el propósito de encontrar “el nombre exacto de las cosas”. Gradualmente, los poemas se tornan más concisos, desnudos, transparentes; son, de hecho, máximas y aforismos de la poética mística de Juan Ramón.
- Por último, destaca que es importante que un premio como el Nobel muestre hasta qué punto disciplinas como la CIENCIA y la LITERATURA abordan en forma diversa pero equivalente la CREACIÓN.
Los premios literarios pueden implicar decisiones más difíciles que las científicas. Sin embargo, deberíamos estar agradecidos al fundador por haber incluido un premio literario en su testamento. Añade dignidad a los otros premios y al acto mismo; Destaca el elemento humano y cultural que tienen en común los dos mundos de la imaginación creadora; Y tal vez, al final, exprese ideas más profundas de lo que los científicos pueden lograr.